EL EJÉRCITO

El ejército español llega a la Transición, tras capitanear un período de fuerte represión política, confuso y con unos niveles de operatividad y profesionalidad lamentables. Abocado a seguir los procesos reformistas de las élites políticas del Régimen, no hay nadie entre su sector más ultra con la capacidad, la proyección y el valor para oponerse.
 
El reformismo controla desde el primer día el ejército y los ultras tan solo dimiten uno a uno y se apartan (el Vicepresidente del Gobierno general Fernando de Santiago Díaz de Mendívil en septiembre del 76 por la legalización de facto socialista o el Ministro de Defensa almirante Gabriel Pita da Veiga en abril del 77 por la legalización del PCE).

EL EJERCITO COMO ELEMENTO CENTRAL DEL RÉGIMEN FRANQUISTA

El papel del ejército durante el Régimen franquista fue determinante y tenía tres grandes áreas de actuación: En primer lugar, era el garante militar del Régimen; en segundo lugar, era el responsable del Orden Público; y, por último, se hallaba presente en todas las instituciones civiles del estado (Cortes, Gobierno, Consejo del Reino, etc., etc.).

Este papel decisivo del ejército tomaría cuerpo legal definitivo en la Ley Orgánica del Estado de 1967.

También es posible discernir la influencia del espíritu militar en la política autárquica del Régimen.

La influencia del ejército en la sociedad fue muy considerable y se ejerció a través del adoctrinamiento de la juventud en los valores militares durante el servicio militar obligatorio y, sobre todo, a través de la represión dura como garante del Orden Público. El miedo de los militares al hundimiento del Régimen les llevó a partir de 1970 a extremar la represión, a militarizar gran parte de las huelgas que se producían, a la ejecución ejemplarizante de presos políticos y a la utilización de bandas fascistas para el asesinato de abogados, opositores o curas.

DOCUMENTOS

ANTECEDENTES DEMOCRATIZADORES EN EL EJÉRCITO: FORJA

El general Luis Pinilla Soliveres creó la organización formativa “Forja” donde inculcó una visión moral y profesional a sus alumnos.

Tuvo influencia en los militares que constituyeron la UMD, algunos de los cuales provenían de este grupo de formación.

El jesuita Padre Llanos (que de confesor de Franco en su juventud terminó militando en el Partido Comunista de España y que analizamos en otro apartado) participó junto con el general Pinilla en la fundación de Forja.

Forja fue prohibida por el Gobierno en 1959.

LA DESTITUCIÓN DEL GENERAL MANUEL DÍEZ-ALEGRÍA

En 1974 es destituido como Jefe del Alto Estado Mayor el general Manuel Díez-Alegría. Esta destitución se producía ante el miedo del Régimen a que el general pudiese ser candidato de los sectores reformistas para la Presidencia del Gobierno.

Hacía pocas semanas del 25 de abril portugués y su revolución de los claveles. El general era hermano del jesuita José María Díez-Alegría teólogo de la liberación. Para más conexiones el hermano jesuita vivía con el también jesuita Padre Llanos (y con el que escribe estas líneas), de influencia en el ejército, en el Común de Trabajadores del Pozo del Tío Raimundo de Madrid.

Mientras estuvo en la jefatura del Alto Mando trató de plasmar las ideas reformadoras del ejército en una Ley de Bases llamada “Ley Orgánica de la Defensa Nacional” que, tras su cese, el Gobierno retiró de las Cortes en diciembre de 1974.

Para destituirle se le acusó de una entrevista con Santiago Carrillo en Bucarest, que el propio Carrillo desmentiría años más tarde.

LA DESHONRA DEL SAHARA

Al enorme descrédito del ejército español se uniría en noviembre de 1975, siendo Juan Carlos I Jefe del Estado interino –Franco no había muerto-, la huida del Sahara.

Relata el historiador José Luis Rodríguez Jiménez que días antes el Gobernador General del Sáhara Español, el general Federico Gómez de Salazar, recibió un sobre anónimo en su residencia con cuatro plumas en su interior, símbolo universal de la cobardía militar. (Sí tuvo el valor unos meses después, en Hoyo de Manzanares, de presidir el Consejo de Guerra contra los militares de la UMD).

En 1970 la ONU acuerda la celebración en el Sáhara español de un referéndum de autodeterminación, al que España expresa su acuerdo en 1974 y lo anuncia para 1975.

El 6 de noviembre de 1975 Marruecos inicia la Marcha Verde sobre el Sahara y 350.000 marroquíes avanzan a pie y en todo tipo de vehículos hacia El Aiún, capital de la provincia del Sahara, cruzando la frontera española.

El ejército español, muy superior al marroquí, salió rápidamente del Sahara, abandonando a la población autóctona, todos con DNI’s españoles, y que desde entonces malviven en campamentos de refugiados en Argelia.

España no solamente entregó el territorio y lo perdió todo, sino que abandonó a la población saharaui. Las grandes inversiones españolas de los años anteriores se perdieron y la población vio arruinada su vida por varias generaciones. Cientos de civiles fueron asesinados con bombas de napalm y fósforo blanco marroquís mientras trataban de alcanzar la frontera con Argelia.

La Ley de Secretos Oficiales de 1968 mantiene los sucesos del Sahara como Materia Reservada y todavía ningún Gobierno ha permitido la consulta del archivo.

DOCUMENTOS

LA REFORMA MILITAR DE GUTIÉRREZ MELLADO

El general Manuel Gutiérrez Mellado abordó desde la Vicepresidencia del Gobierno de Adolfo Suárez la reforma militar partiendo de las ideas del general Díez-Alegría con quien había trabajado.

Accedió a la Vicepresidencia tras la dimisión del general Fernando de Santiago Díaz de Mendívil que dimitió al ser nombrado Adolfo Suárez Presidente en 1976,

El objetivo de la reforma era la supeditación de la institución militar al poder civil, integrando a los militares en el marco político democrático. La herramienta utilizada por Gutiérrez Mellado para la trasformación del ejército fue la necesidad patente de modernización de las Fuerzas Armadas y su adecuación a estructuras que asegurasen su eficacia y eficiencia.

DOCUMENTOS

EL RUIDO DE SABLES EN EL EJÉRCITO

Una parte fundamental del ejército, sobre todo entre los altos mandos, constituía el núcleo inmovilista del Régimen y se sentía representado por Carrero Blanco. El asesinato de Carrero precipitó la crisis del Régimen y el recrudecimiento de la represión, pero ya en plena agonía franquista.

Este núcleo inmovilista, largamente estudiado en tesis y conferencias, fue un elemento de presión sobre los Gobiernos de Suárez en la Transición. El momento más conocido se produjo en la legalización del PCE y la dimisión como ministro del almirante Pita da Veiga. Sin embargo, testimonios de los líderes políticos de la época relatando sus conversaciones con Suárez ponen de manifiesto que el ruido de sables fue políticamente amplificado, junto con las perspectivas electorales de Alianza Popular, para conseguir y justificar el doblegamiento incomprensible del Partido Comunista.

Pero el más importante fue el protagonizado por el Vicepresidente del Gobierno para la Defensa general Fernando de Santiago Díaz de Mendívil, cuya dimisión en septiembre de 1976 dejaría patente a todo el ejército que la decisión reformista ya estaba tomada por el Régimen y no había marcha atrás ni nadie que la discutiese. Le sustituyó Gutiérrez Mellado en la Vicepresidencia y no volvió a tener relevancia salvo por un artículo publicado en el Alcázar en febrero del 81 (antes del 23F) titulado “Situación crítica”, pero no sería un ultra sino un general cercano al Rey en quien se fijarían los poderes fácticos para capitanear la eliminación de la UCD y el desbloqueo de la entrada de España en la OTAN. 

Dejamos la consideración del 23F, que no tuvo un origen militar, aunque si instrumentó chapuceramente a estos sectores inmovilistas, para abordarla en otro apartado específico.

La OTAN y el 23 F

LA UNIÓN MILITAR DEMOCRÁTICA (UMD)

Algunos de los militares procedentes de Forja sintieron la necesidad de tomar posición al producirse el 25 de abril de 1974 la Revolución de los Claveles en Portugal.

Tras viajar a Portugal y mantener entrevistas con diferentes políticos socialistas y democristianos, en septiembre de 1974 tres comandantes y nueve capitanes constituyen en Barcelona la Unión Militar Democrática (UMD) y aprueban su Ideario.

En 1975 serían detenidos la mayor parte de ellos y juzgados en Consejo de Guerra a partir de febrero de 1976.

La Ley de Amnistía de 1977 (la Ley de Punto Final española) no les permitió regresar a sus carreras militares como así tampoco los siguientes gobiernos socialistas.

 

Rueda de Prensa del Capitán José Ignacio Domínguez, portavoz de la Unión Militar Democrática. París, 13 de octubre de 1975

 

Documental sobre la UMD. Romper el Silencio.

Tráiler

DOCUMENTOS

LA UNIÓN DEMOCRÁTICA DE SOLDADOS (UDS)

Los movimientos de soldados los hemos incluido en el apartado de los Movimientos Sociales en la Transición.

Acceso a Soldados: 

SOLDADOS
(UDS)

 

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