LA CENSURA
La censura hizo estragos durante el franquismo en todos los ámbitos de la vida de la ciudadanía y mutiló terriblemente la obra de los artistas y autores. La sexualidad, la religión y la política fueron los tres grandes ogros de los censores.
El franquismo comenzó espoliando las bibliotecas públicas y quemando los libros en las plazas.
Pasadas las barbaridades del período inicial, todas las obras pasaban el control de la censura, aunque previamente ya el autor las había mutilado para intentar cruzar el control.
Con la derrota de Alemania en la II Guerra Mundial el régimen empezó a cambiar su estética y, más tarde, en los años 50 al tener que abrir el país al exterior relajó en alguna medida la censura.
Los censores tenían un riguroso esquema para analizar las obras y algunos escritores famosos han sido señalados por los historiadores por haber trabajado como censores en el régimen franquista. Es el caso de Camilo José Cela, Emilio Romero, Valentín García Yebra, Leopoldo Panero, Fernando Tovar, Gonzalo Torrente Ballester, Luis Rosales o Dionisio Ridruejo.
Además, se prohibió la edición de algunas obras clásicas españolas de autores como Valle-Inclán u Ortega y Gasset, así como de clásicos extranjeros como Tolstoi.