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«OTRA TRANSICIÓN FUE POSIBLE. HISTORIA DEL PTE»
INAUGURADA EN ALICANTE LA EXPOSICIÓN «OTRA TRANSICIÓN FUE POSIBLE. HISTORIA DEL PTE»
9 de junio de 2009. Emilio.
La exposición se inauguró el martes día 9 de junio y permanecerá abierta hasta el día 3 de julio. En su clausura intervendrán Alfredo Grimaldos, periodista, y Manuel Gracia, ex-dirigente del PTE.
El pasado martes día 9 de junio de 2009, en la sede en la Ciudad de la Universidad de Alicante, quedó inaugurada la exposición fotográfica “Otra transición fue posible. Historia del PTE”.
Organizada por la Asociación por la Memoria Histórica del Partido del Trabajo de España y de la Joven Guardia Roja de España, se trata de una selección de 49 fotos del archivo fotográfico del que fue nuestro partido, a través de las cuales se hace un recorrido por la transición española.
A través de las fotografías y los pies de foto se narra una historia de la transición bien diferente de la edulcorada versión que se nos ha vendido habitualmente desde los medios de comunicación.
Otra transición fue posible
Es la historia de cómo el movimiento obrero y popular que creció a partir de los últimos años sesenta quebranta la unidad de las fuerzas que sostienen al régimen franquista, y cómo a partir de la muerte del dictador se hace inevitable el advenimiento de la democracia.
De cómo la pujanza de ese movimiento llevó a la unión de las fuerzas de la oposición democrática en torno a plataformas unitarias en defensa de programas por la ruptura democrática, mientras desde el poder se buscaron alternativas reformistas y pseudo-democráticas tratando de frenar el movimiento popular, a la vez que se reprimía con la máxima dureza a los más consecuentes en la lucha antifranquista.
De cómo la llegada de la democracia fue, en definitiva, fruto de la presión y coraje de los diferentes movimientos sociales de la época, y no el resultado de un “elaborado” plan de Adolfo Suárez y del rey Juan Carlos, como se nos ha tratado de convencer insistentemente desde los medios de comunicación.
De cómo finalmente, primero el PSOE y luego el PCE, pactaron unilateralmente, con los sectores más reformistas del régimen, el alcance limitado de las reformas y las condiciones en las que llegaría la democracia, dejando fuera de las elecciones de 1977 a toda la izquierda más consecuente.
El Partido del Trabajo de España
Las fotografías son parte del archivo fotográfico del PTE, conservado durante más de 30 años por el camarada Mauricio, fotógrafo del partido, y autor de muchas de ellas.
La selección, condicionada como es lógico por el tamaño de la sala “Miguel Hernández” donde se acoge la exposición, trata también de contribuir a la difusión de la historia del PTE, cuyo recorrido vital coincide en gran medida con el de la propia transición. Y muestra el activo papel que tuvo en las etapas finales del franquismo y durante los primeros años de la democracia, en la década de los setenta.
El archivo fotográfico se compone de más de 8.000 fotografías y negativos. En la actualidad se está digitalizando para ponerlo a disposición de historiadores, investigadores y público en general.
La exposición
De la muestra fotográfica, son comisarios Inmaculada Fernández Arrillaga y Pedro Barragán, y de su apertura se hicieron eco los medios locales, tanto la prensa escrita (diario Información) como digital (Alicante vivo).
Asistieron a la inauguración, aparte de los comisarios y de Mauricio, unos cuantos antiguos militantes del partido en Alicante, entre ellos Carlos Salinas (Secretario General del partido en Alicante en 1977), y de Madrid, entre ellos, Carmen Molpeceres (Amas de casa) que ya tiene 86 años.
No es la primera exposición que nuestra Asociación ha realizado. Una se hizo en Sevilla hace aproximadamente un año, al calor de un encuentro de antiguos militantes del Partido del Trabajo de Andalucía. Tampoco será la última.
Ésta de Alicante, pertenece a un ambicioso plan para llevar el fondo fotográfico del PTE por distintas capitales de la geografía española, con un contenido y objetivos similares a los que han motivado esta exposición: difundir una visión radicalmente diferente de lo que fue la transición española y el papel de cada uno de los actores que en ella intervinieron, incluido el Partido del Trabajo de España.
Clausura
La exposición se clausurará el día 3 de julio, viernes. Como acto de cierre, a las 20.15 horas está prevista la celebración de una conferencia a cargo de Alfredo Grimaldos, de todos conocido, y Manuel Gracia, ex-dirigente del PTE.
Por último, después de la conferencia, para todos los que lo deseen, antiguos militante del PTE o no, se ha organizado una cena donde continuar la velada y la conversación sobre la transición. Se está mirando un lugar cercano a la sede de la Universidad para evitar desplazamientos, y próximamente se comuni-cará el lugar, la hora y el precio definitivos.
Los interesados pueden inscribirse, y reservar plaza para la cena, en nuestra página web:
www.pte-jgre.es
Notas biográficas:
Alfredo Grimaldos Feito (Madrid, 1956) es periodista de investigación, escritor y analista político. Sus obras más recientes son:
La sombra de Franco en la Transición (Oberón, 2004)
La CIA en España (Debate, 2006)
Zaplana. El brazo incorrupto del PP (Foca, 2007)
La Iglesia en España. 1977-2008 (Península, 2008)
LA LIDERE S.A. (Foca 2009)
Manuel Gracia Luño fue Secretario General del Partit del Treball de Catalunya y miembro del Comité Central del Partido del Trabajo de España.
Clausura de la exposición
Desde Torrevieja (Alicante), a diez de julio de 2009
José Ignacio Molinero Sánchez, “El Camarada Iñaki”
¡GRACIAS, CAMARADAS!
El pasado 3 de julio asistí, convocado por la Asociación por la Memoria Histórica del PTE y JGRE, a la clausura de la exposición “Otra transición fue posible”. Habiéndome mantenido en contacto con la Asociación desde hace un año y pico, dicha exposición levantó en mí tremendas expectativas, aunque simplemente fueran de pura curiosidad. Veintinueve años y cuatro infartos más viejo, me disponía a “tomar el pulso a la vida” y comprobar si ésta padecía algún tipo de “arritmia”. (Como soy un “puto cardiaco”, me perdonareis los términos clínicos).
La Sala Miguel Hernández de la Seu de la Universidad de Alicante no es un salón de actos, sino una “salita” favorable al coloquio intimista. En ella se mostraba, a manera de exposición pictórica, una serie de fotografías que me provocaron un placentero escalofrío, no tanto por su muy correcta factura sino por la inmediatez con que las recibí. Eran fotos de la vida cotidiana de los que fuimos militantes del Partido del Trabajo, eran fotos que habíamos visto mil veces, en nuestro órgano de prensa…, en nuestros folletos informativos sobre la reforma política o sobre las “alternativas a todo” que el Partido elaboró a finales de los años 70´, muy familiares para nosotros y probablemente insospechadas para generaciones posteriores. Eran la crónica de nuestra militancia. Eran nuestra vida y nuestra historia puesta a disposición de quien nada sabe sobre lo que “pudo pasar” a finales de aquella década.
La sala estaba prácticamente llena. Conté cinco o seis asientos vacíos. El coloquio, muy limitado por cuestiones de horario, me sirvió para descubrir que existen periodistas, escritores y/o historiadores, como Alfredo Grimaldos, (¡Oh, Cielos, existen!) que conocen bien aquel periodo de la transición política española, que supieron de oscuros pactos entre la clase dirigente y los partidos entreguistas, o reformistas, o “revisionistas”… Sirvióme también el evento para descubrir la sinceridad, coherencia y honestidad – creo yo – del “camarada Joaquín Badía”, a quien no tuve el gusto de conocer personalmente durante la época de nuestra militancia, pero de quien aprendí todo lo que de federalista, y a la vez internacionalista, guardo en mi “coleto” y gusto de vocear a los cuatro vientos a la primera de cambio. (Recordad el “Hacia 7”)
Siempre es un placer reencontrarse con el pasado, excepto para aquellos que tienen algo que esconder; pero no puedo describir, por más que la literatura me embriague, lo que sentí al descubrir caras tremendamente conocidas que habían significado para mí mucho más de lo que estas personas pudieran imaginar jamás. Algunos de ellos distantes, otros más cercanos que nunca; unos con proyectos, otros definitivamente quemados; unos vivos y otros viviendo, lo cual no es poco; unos “apocalípticos” y otros “integrados”, que diría bromeando Humberto Eco; pero todos, todos, con casi treinta años más.
Fue el evento un baño, no sólo de nostalgia -emoción que en pequeñas dosis nunca es perniciosa- sino de intercambio de opiniones, de vivencias y de IDEAS; útil, a todas luces, para “tomarnos el pulso” mutuamente. A viejos camaradas, nuevas ilusiones… ¡El que quiera entender, que entienda!