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IN MEMORIAM DE VÍCTOR MANUEL PÉREZ ELEXPE
Asesinado por la Guardia Civil en Portugalete (Vizcaya), en la calle General Castaños, junto a las escaleras de bajada a la plaza de la Rantxe, a las 6,30 de la mañana del día 20 de enero de 1975, cuando repartía octavillas de apoyo a la huelga de Potasas que se había convertido en Huelga General en Navarra.
IN MEMORIAM DE VÍCTOR MANUEL PÉREZ ELEXPE (BITTOR)
Joven trabajador y estudiante de 23 años. Militante del PCE(i)
Víctor Manuel Pérez Elexpe, Bittor, nació en Portugalete, en el barrio de Repélega, un barrio de trabajadores y gentes sencillas. Cumpliría 61 años este 4 de mayo de 2012, si le hubieran dejado crecer y vivir. Víctor sería hoy un adulto solidario con las causas justas, con los oprimidos y la libertad de los pueblos, como lo fue siempre en su corta vida. Pero en la mañana del 20 de enero de 1975 tuvo la desgracia de toparse con un siniestro guardia civil que lo persiguió a tiros por las calles de Portugalete, cuando repartía octavillas del PCE(i) en solidaridad con los trabajadores navarros; unas octavillas que llamaban al pueblo a sumarse a la justa lucha de los mineros convertida en aquellos momentos en huelga general.
El guardia civil llevó hasta las consecuencias más atroces su labor de guardián del Régimen, descargando todo su odio hacia los luchadores por la libertad sobre el cuerpo de Víctor. Dos tiros por la espalda, a escasos metros de distancia no podían fallar; uno de ellos le atravesó el corazón y el joven Víctor cayó fulminado y murió prácticamente en el acto.
En efecto, el cabo de la guardia civil Narciso San Juan del Rey, vecino del barrio de la Repélaga, el mismo barrio donde vivía Víctor, le dio el alto cerca de la iglesia de Santa María y Víctor emprendió la huida tan rápido como pudo para evitar la detención.
¿Conocía Narciso San Juan a Víctor y sabía de sus actividades políticas? Es probable que así fuera, siendo como era vecino de su barrio. Como el guardia civil nunca ha sido llevado ante un juez es difícil acreditar este extremo, pero muchos de los amigos y conocidos de Víctor, así como miembros de su familia sospechan que sí lo conocía. Así lo cree su hermana Mariefi, cuando afirma: “El guardia civil era vecino nuestro, conocía a mi hermano y, nos imaginamos su militancia política. Al día siguiente fuimos a su casa, pero ya lo habían trasladado”.
Naturalmente que lo habían trasladado, no tardaron ni media hora en poner en marcha la maquinaria mediática y “legal” del franquismo. Desde el Gobierno Civil o la Dirección General de la Guardia Civil, orquestaron una burda campaña tratando de ocultar aquel terrible crimen, llegaron a decir que Víctor llevaba un arma. Una calumnia que la dictadura puso en circulación para proteger al guardia civil. Hoy podemos documentar en las diligencias que realizó la Guardia Civil de Bilbao que a las siete de la mañana ya habían nombrado un instructor; se trataba del comandante del puesto y de un auxiliar, un cabo de la Guardia Civil, que se dirigieron con premura a Portugalete. A las nueve treinta de la mañana tomaban declaración a Narciso San Juan del Rey, una declaración llena de mentiras -como después probaron los testigos presenciales- a los que nunca llamaron a declarar, ni en las diligencias previas ni posteriormente. Unas diligencias chapuceras, llenas de despropósitos, en las que ni siquiera aparece la declaración de los policías que ayudaron a Narciso San Juan en la persecución de Víctor.
También aceleraron la actuación de la prensa adicta al Régimen: el ABC, La Gaceta del Norte y algún periódico local se dedicaron con esmero a difundir las mentiras más abominables, con titulares que daban a entender que se había producido un tiroteo entre el asesinado y el guardia civil. Aquello fue una vergonzosa exhibición de falta de principios y de ética profesional por parte de los periodistas involucrados en la noticia y de los directores de los periódicos que se prestaron a organizar semejante farsa. La Gaceta del Norte llegó a extremos insospechados, publicando una fotografía montaje en la que podía visionarse las pertenencias de Víctor: una bolsa de trabajo y las octavillas. En aquella fotografía incluyeron, con total descaro, una pistola que los guardianes de la dictadura habían manipulado como “prueba” contra Víctor, para así proteger mejor a su asesino.
La chapuza orquestada por el Régimen era un auténtico insulto a la inteligencia, a la vez que un intento de dañar la figura de Víctor como luchador antifascista. Obviamente nadie podía creer que los militantes comunistas se dedicaran a repartir propaganda llevando encima una pistola, sabiendo como sabían que podían ser detenidos. Queremos decir con total rotundidad que los militantes comunistas no tenían pistolas, tampoco las tenía Víctor. Lo que sí tenía Víctor era una total entrega a la causa antifascista, a la lucha por la libertad. Víctor era un joven valiente, entusiasta y luchador; era un joven revolucionario, un militante ejemplar que dedicó su corta vida a la causa de la libertad, la democracia y el socialismo, a la lucha por derribar la infame dictadura que acabó segando su vida. Víctor Manuel, a pesar de su corta edad, tenía ya importantes responsabilidades en el PCE(i), formaba parte del Comité Provincial de Vizcaya y tenía el encargo de contribuir a la elaboración de un periódico del partido para Euskadi bajo el nombre de Jeiki, la maqueta del cual ya estaba terminada y se la requisaron en el registro. Un periódico que acabó publicándose pocos meses después de su asesinato en castellano y euskera para mejor llegar a todos los sectores de la sociedad vasca. Para los que conociesen esta publicación queremos manifestar que Víctor fue uno de sus iniciadores, aunque desgraciadamente nunca pudo verlo publicado.
El PCE(i) desmintió la farsa organizada por la dictadura y defendió el nombre del joven camarada Víctor como luchador revolucionario y antifascista. Las “armas” de Víctor eran hojas de papel de propaganda política, octavillas de solidaridad con los obreros de Potasas. Desde su partido no se permitió que se ocultaran las razones que habían llevado a su asesinato: la solidaridad con una huelga obrera. Se explicó en asambleas y se realizaron movilizaciones. Como más adelante veremos se promovieron concentraciones y acciones de solidaridad en las que participaron todas las fuerzas políticas. Se explicó la Verdad, que no era otra que esta: era muy fácil morir en cualquier calle del país por unas reivindicaciones, era muy fácil que te mataran por exigir libertades para el pueblo.
La verdad de lo ocurrido aquella mañana es que Víctor tuvo la mala suerte de encontrarse con uno de los más torvos y reaccionarios miembros de las estructuras del Régimen, el cabo de la Guardia Civil Narciso San Juan del Rey, vecino de su barrio. Se da la circunstancia que en el momento del asesinato ni siquiera estaba de servicio, pues como prueba su misma declaración iba de paisano y volvía de su servicio nocturno. Esto no le impidió seguir a Víctor de cerca y descargar su pistola sobre su joven espalda.
Las declaraciones de los testigos tiran por tierra todas las alegaciones del guardia civil en el expediente antes citado; así, nueve trabajadores vecinos de Portugalete, que se encontraban en el lugar del asesinato, dan testimonio de lo que realmente sucedió aquella terrible mañana. Todos coinciden en asegurar que un joven con una bolsa en la mano derecha y nada en la izquierda, corría despavorido delante de un hombre de paisano que lo perseguía con una pistola en la mano; todos coinciden también en decir que el perseguidor realizó al menos dos disparos en pocos segundos, el último de los cuales derribó al joven matándolo al instante. Como hemos dicho, aquel disparo le había alcanzado el corazón.
Es importante detenerse en la lectura de estos testimonios, pues como se ha dicho, desmienten con rotundidad todo lo declarado por Narciso San Juan que manifestaba haber disparado a las piernas para detenerlo. Lo que acreditan los testigos es demoledor, el guardia civil había disparado alzando la mano, lo que contradice el disparo a las piernas y hace sospechar que en realidad pretendía alcanzarlo de lleno en la espalda. Además, se encontraba a escasos seis metros de distancia de Víctor, unos instantes más y lo hubiera detenido sin necesidad de disparar ¿Por qué entonces lo hizo dos veces? Una de las declaraciones es aún más dura; tras el primer disparo, el testigo asegura haber oído al perseguidor decir lo siguiente: “¿No has caído?, ¡Ahora vas a caer! y volvió a disparar el tiro que mató a Víctor. A tan corta distancia lógicamente no podía fallar. Víctor hacía en ese momento lo único que podía, correr, huir de una segura detención, como hubiese hecho cualquier joven en su situación; correr para evitar la tortura y la cárcel. Pero lo que no sospechaba el joven Víctor es que realizaba su última carrera, lo que no podía saber es que quien le perseguía no se conformaba con detenerlo, lo que no sabía es que iba pararlo para siempre.
Todos los indicios llevan a sospechar que Narciso San Juan no actuó solo, en su declaración admite ser el autor de los disparos, pero contó con la ayuda de al menos dos personas; dos personas que el mismo nombra en su declaración: un policía municipal y un guardia civil retirado. Dice que siguió a Víctor hasta situarse cerca del Ayuntamiento, donde encontró a un sargento retirado, según la declaración, Sargento Abad, que le prestó ayuda para detener y registrar a Víctor. Parece que es el momento en que Víctor emprende su huida y aparece en escena otro policía, un guardia municipal. A Narciso San Juan lo trasladaron de Portugalete a otra ciudad, obviamente jamás se supo dónde; en cambio, los otros dos, el municipal y el guardia civil retirado siguieron viviendo en Portugalete con total impunidad, sin que nunca nadie les haya pedido responsabilidades sobre su participación en los hechos.
Los padres de Víctor presentaron una querella contra el guardia civil, las acciones judiciales parten de abril de 1975 ante un juzgado de Bilbao, a través de un bufete de abogados de aquella ciudad, del que formaban parte: Juan Luis Ibarra Robles, que fue quien se ocupó del caso, Pedro Ibarra y Begoña Zabala, pero la causa no prosperó y fue sobreseída rápidamente. La jurisdicción ordinaria se declaró incompetente, y poco después el caso fue archivado. Los testigos jamás fueron llamados a declarar, a pesar de la rotundidad de sus testimonios que evidenciaban claramente que Víctor Manuel había sido perseguido y asesinado a sangre fría. Que había sido abatido a tiros por un guardia civil en Portugalete cuando repartía propaganda de solidaridad con los obreros navarros.
El guardia civil jamás fue llevado ante un juez, ni hizo más declaración que la que se incluye en las diligencias del día del asesinato. Nadie le pidió responsabilidades sobre por qué había descargado su pistola contra Víctor. Narciso San Juan del Rey fue protegido por las autoridades civiles y militares, lo evacuaron de Portugalete y organizaron una sucia campaña de desprestigio contra Víctor.
A los que conocimos a Víctor, a su familia, a sus amigos y a sus camaradas de militancia nos asiste el deber y el derecho de desvelar y divulgar la verdad; la misma verdad que manifiestan los nueve testigos que presenciaron como Víctor fue asesinado cobardemente y por la espalda. La verdad es que fue perseguido a tiros, por las calles de Portugalete, hasta que cayó abatido sin vida. Víctor Manuel Pérez Elexpe, como todas y cada una de las víctimas del franquismo, merece que se haga justicia, merece que se diga la verdad de lo que realmente ocurrió, merece que le pidan perdón por haberle arrebatado la vida a los 23 años. Víctor merece: Verdad, Reparación y Justicia.
El día del funeral, varios cientos de personas se manifestaron en Portugalete, en solidaridad con Víctor y su familia. Una manifestación reprimida por la policía y la guardia civil, produciéndose gran cantidad de detenidos. Las asambleas y concentraciones se extendieron en diferentes puntos del País Vasco. El día 22 en Portugalete y el 23 en Bilbao; más tarde, el 26 se realizó una gran concentración en Portugalete. Víctor contó con el apoyo unánime de todas las fuerzas políticas que se echaron a la calle en protesta por su asesinato y en defensa de la libertad. Lo mismo ocurrió en otros puntos del país, destacando especialmente las manifestaciones convocadas en Madrid por la Asamblea Democrática de la Juventud.
Desde la cárcel de Carabanchel los presos políticos de todos los partidos de izquierdas enviaron a la redacción del MOR notas de solidaridad con Víctor y su familia. El entonces PCE(i), la ORT, el MCE y también el PCE distribuyeron gran cantidad de octavillas denunciando el asesinato de Víctor. Un mes después, el 26 de febrero, las fuerzas políticas de Portugalete llamaron a una jornada de lucha en Euskadi por las libertades democráticas, la autodeterminación y el recuerdo de todos los asesinados por la dictadura. Una jornada que tuvo una importante repercusión en Euskadi.
Si volvemos a la documentación oficial y al intercambio de notas entre las autoridades franquistas, vemos como trataron a los manifestantes; la respuesta del Régimen fue una contundente actuación represiva, llegando a presionar para que no se leyeran homilías en favor de Víctor en las parroquias de Portugalete y Sestao. Así, en un Telex del Gobernador Civil de Vizcaya al Director General de Política Interior se denuncia la lectura de Homilías y su contenido, así como la continua salida de propaganda a la calle sobre el asesinato de Víctor. Otro documento del Jefe Superior de Policía de Bilbao, muestra como habían sido detenidas más de 30 personas y llevadas a distintas comisarías, lo que nos da idea de la importante movilización que se había producido.
A LA MEMORIA DEL CAMARADA VÍCTOR MANUEL PÉREZ ELEXPE
Poema tomado del Correo del Pueblo nº 26 del 20 de enero de 1976 en primer aniversario del asesinato de Víctor Manuel.
Vizcaya, Vizcaya 20 de enero.
Un grito, un grito surca el viento
son las seis de la mañana
han matado un compañero.
Víctor, Víctor se llamaba dicen
que era, que era un joven obrero.
¿Quién habrá matado madre
a un hijo de nuestro pueblo?
Dicen que hacía una cosa
que está, que está prohibido hacerlo
que echaba hojas pidiendo
libertades para el pueblo.
Dicen, dicen que murió sangrando
por la espalda y por el pecho
que a sangre fría con balas
le atravesaron el cuerpo.
Dime, dime madre por qué es esto
por qué, por qué asesinan a obreros
cuando piden libertad
y defienden sus derechos.
Por qué, por qué mataron a Víctor
si lo que hacía era bueno
si luchaba por nosotros
y defendía lo nuestro.
Dicen, dicen que ayer fue su entierro
pero que su voz no ha muerto
que ahora son miles los gritos
que traducen su silencio.
Yo voy, yo voy a ser como Víctor
quiero, quiero luchar por el pueblo
madre déjame vengar la muerte del compañero
déjame ir madre a vengar la muerte del compañero.
Víctor, Víctor hermano tu muerte
ha dado vida, ha dado vida en un momento
a cientos de miles de hombres
que van a ocupar tu puesto.
Ahora, ahora Víctor descansa
fue suficiente tu esfuerzo
nacerán más comunistas de la luz de tu recuerdo
nacerán más comunistas de la luz de tu recuerdo.
HOMENAJE A VÍCTOR AL CUMPLIRSE EL TERCER ANIVERSARIO DE SU ASESINATO EN ENERO DE 1978
Poema tomado del Correo del Pueblo nº 26 del 20 de enero de 1976 en primer aniversario del asesinato de Víctor Manuel.
En enero de 1978, el PTE organizó un mitin homenaje a Víctor al que asistieron sus padres, Fermín Pérez y Begoña Elexpe. En el acto intervinieron diversos dirigentes del PTE, entre ellos José María Beraza y Mikel Elorza que recordaron las circunstancias políticas en las que se produjo su asesinato y como Víctor permanecería siempre asociado a la lucha del pueblo por la conquista de la libertad. Por su parte, el padre de Víctor quiso tener un recuerdo emocionado para todos los represaliados y dijo: “Víctor Manuel murió para convertirse junto a otros luchadores del pueblo muertos en Euskadi, en la expresión máxima de una represión de la que nuestro pueblo ha sido víctima durante muchos años. Así, hoy, en este acto homenajeamos a todos los apaleados, multados, despedidos, presos y asesinados de nuestro pueblo”. (Tomado del manifiesto que el padre Víctor leyó en aquel acto de homenaje).
Para estas fechas estaba ya claro que no podíamos esperar reparación para las víctimas de la dictadura por parte de las instituciones públicas, que no podíamos esperar: Ni Verdad, ni Reparación ni Justicia. Por la forma en que se hizo la Transición, se corrió sobre ellas el velo del silencio y del olvido. Como no pudo formarse un Gobierno Provisional que depurase responsabilidades, los represores quedaron en la más obscena de las impunidades, nadie fue llevado ante los tribunales, ni se le pidieron responsabilidades de sus actos, para vergüenza de la democracia y de los que pactaron la No Ruptura con el Régimen. “Renunciar a la ruptura dejó a España y la Transición en las mismas manos de siempre“ (Vidal Beneyto, Memoria Democrática pág. 127).
Los que dirigieron y participaron en la represión no fueron llevados ante los tribunales, ni siquiera pidieron perdón a las víctimas que habían perdido la vida en las calles por las brutales actuaciones del Estado. Como se recordará se cuentan por decenas las víctimas que cayeron en manifestaciones y huelgas en la etapa final de la dictadura. A todas ellas debemos Verdad, Reparación y Justicia. La democracia sigue teniendo una deuda pendiente con ellas y sus familias. No podemos olvidar ni debemos callar que, de hecho, el olvido lleva al negacionismo de lo que realmente ocurrió; que el olvido de las víctimas por parte de las instituciones del Estado, surgido de la Transición, fue producto de un pacto de silencio vergonzante que nunca debió existir. Como plantea Fermín Pérez Elexpe, es como si se acabara con ellas dos veces: «Mi hermano es doble víctima. Primero, se lo cargaron unos; luego, otros le condenan al olvido».
“Queremos recuperar a Bittor del olvido y del silencio sospechoso de un Gobierno que no acaba de asumir la responsabilidad del Estado en este y en otros asesinatos. El Estado Español, que firmó la Declaración de los Derechos Humanos, debe de reconocer que nuestro hermano fue víctima de una de las peores formas de violencia: la violencia atroz de un Estado ilegal e ilegítimo”.
Asumir este reconocimiento significa que «debe llevar al autor material ante los tribunales para que sea juzgado». «Tiene que reconocer la verdad de los hechos». «Debe tratar a Bittor con respeto y dignidad porque es su derecho, porque es nuestro derecho».
Como en tantos cientos de casos, Víctor quedó solo en la memoria de sus familiares y compañeros de lucha más cercanos que nunca renunciamos, ni renunciaremos, a que se haga justicia. Cuánta razón tenía el joven Nacho, hermano pequeño de Víctor: esto no puede quedar así, solía decir. NO, Nacho, esto NO DEBERÍA QUEDAR ASÍ, añadimos nosotros. No lo decimos por venganza, sino por JUSTICIA y DIGNIDAD.
El olvido institucional duró largos años, hasta que en el 2007 la Ley de la Memoria Histórica del gobierno socialista, abrió algunas posibilidades para dar visibilidad y recuperar la memoria de las víctimas del franquismo. Pero nuevamente las instituciones se quedaron a medio camino; la Ley de la Memoria Histórica 2007 se quedó corta porque no permite que los crímenes sean tratados como crímenes de Estado, de Lesa Humanidad que violaron los más elementales derechos humanos, se quedó corta porque no permite que los que participaron en esos crímenes sean llevados ante los tribunales, por ser crímenes que no debieran prescribir.
Una vez aprobada la Ley, los Hermanos de Víctor: Fermín, Mª José y Mariefi, que durante todo este tiempo han luchado con tesón por hacer justicia a Víctor, como antes hicieron sus padres, envían a través del despacho de los abogados Ibarra un escrito con toda la documentación sobre el asesinato de Víctor y solicitan que sea reconocido como Víctima Política de la dictadura franquista.
Después de 35 años de batallar, su familia ha conseguido un documento en el que se reconoce que Víctor Manuel Pérez Elexpe padeció persecución política por parte de los poderes de la dictadura. El Gobierno español, a través del Ministro de Justicia Francisco Caamaño, extiende una declaración en la que reconoce en un escrito oficial del 4 de febrero de 2010, que Víctor Manuel Pérez Elexpe padeció «persecución y violencia por razones políticas e ideológicas, falleciendo el 20 de enero de 1975 como consecuencia del disparo de bala efectuado por un guardia civil cuando repartía propaganda comunista». Se trata de un reconocimiento formal a la figura de Víctor como luchador antifascista por la libertad y la democracia. Un reconocimiento que ni sus padres Fermín y Begoña ni su hermano Nacho pudieron ver. Una declaración formal que sin duda es muy importante, pero insuficiente para hacer auténtica justicia. La familia continúa sintiendo que desde las instituciones no se hace suficiente: “Queremos un reconocimiento más explícito y que haya una visualización; que aparezca públicamente que fue asesinado por las fuerzas de seguridad del Estado. Tenemos la impresión de que las víctimas del franquismo molestasen y queremos igual trato que otras víctimas».
No es suficiente, como plantean sus herman@s con el reconocimiento individual. Desde las instituciones democráticas se deben elaborar leyes que declaren ilegal e ilegitimo el levantamiento fascista y la dictadura, leyes que condenen todos sus actos como crímenes de Estado, de Lesa Humanidad, leyes que permitan llevar ante los tribunales a los responsables y ejecutores de aquellos crímenes. Como ya se ha dicho, las declaraciones de los testigos que en su día recogió el despacho de abogados antes mencionado, fueron cruciales para avalar la verdad en el reconocimiento oficial a Víctor. Igual de importantes serían todavía ante la posibilidad de sentar a Narciso San Juan del Rey, ante un tribunal. En esa batalla está todavía la familia de Víctor, que saben que somos muchos los que les apoyamos en su empeño.
Los hermanos de Víctor han elaborado un blog, en el que dan a conocer a la opinión pública que su figura ha sido reconocida como víctima de la represión franquista. Se trata de un pormenorizado documento histórico sobre Víctor Manuel Pérez Elexpe, las circunstancias en que se produjo su asesinato y el trabajo realizado durante más de 35 años, primero por sus padres y después por ellos mismos, de lucha en defensa de la verdad sobre su asesinato, de lucha por llevar al guardia civil, Narciso San Juan del Rey ante los tribunales. Un documento de gran valor en el que se incluye toda la documentación relativa a su asesinato.
Un documento en el que se detalla que, durante 35 años sin Víctor, su familia han tenido que enfrentarse cada día a la situación de soledad y abandono por parte de las instituciones, la misma soledad que han tenido que soportar todas y cada una de las víctimas de la dictadura. Los padres, Begoña y Fermín, que tanto habían luchado por hacer justicia a su hijo, murieron sin ver ningún reconocimiento oficial. Además, perdieron también al jovencísimo Nacho que tenía solo 10 años cuando asesinaron a Víctor. Sus herman@s recuerdan que nunca pudo superar la muerte de Víctor.
http://victormpelexpe.blogspot.com/. En este blog, es especialmente emotivo el escrito que Mariefi, Mª José y Fermín escribieron para El Diario Deia, el 22-11-2010, poniéndose en la piel de Víctor.
http://www.deia.com/2010/11/22/opinion/tribuna-abierta/no-es-el-momento Víctor Manuel habla por boca de sus hermanos y explica lo que ocurrió aquella terrible madrugada. Lo mismo que dijeron los testigos en su momento.
¡No es el momento!
“(…) Corría el 20 de enero de 1975, lunes. Oscuridad, solamente rota por la tenue luz de alguna farola. Eran la seis de la mañana y, de camino al trabajo y con mil ojos, como habíamos acordado el día anterior en la reunión de la célula del PT, me disponía a echar octavillas en solidaridad con los trabajadores de la empresa Potasas de Navarra, que se mantenían en huelga en defensa de un convenio digno. Mil ojos no son suficientes cuando alguien te espera, cuando alguien te odia a muerte. Así, Narciso San Juan del Rey, cabo de la Guardia Civil, vecino mío, con ayuda de otros miembros de las fuerzas de seguridad (cobardes cómplices de asesinato), me acribilla a balazos por la espalda, en Portugalete.
– ¿No has caído? ¡Ahora vas a caer!, dice Narciso.
Uno de los disparos me atraviesa el corazón. Caigo mortalmente herido.
Mis padres tratan de llevar al guardia civil a los tribunales, tratan de hacer justicia. ¡Gracias, testigos! ¡Gracias, abogados! Corría el año 77, el caso se sobresee. No es el momento. (…)”
Desde esta Asociación también nos preguntamos ¿Cuándo llegará el momento? El momento para haceros justicia, cuándo llegará el momento de poder pedir responsabilidades a los que promovieron la represión. Cuándo el Estado tomará en sus manos la obligación que tiene de hacer Justicia. Hacer JUSTICIA con mayúsculas es sencillamente depurar responsabilidades a los que participaron en la represión y os asesinaron impunemente.
Queremos mostrar también aquí el aspecto más personal de joven sereno, amable y compañero entrañable de Víctor Manuel, a través de la opinión que de él tenían algunos de sus amigos. Documentado en el blog. Publicado por Txolarte.
http://txolarte.blogspot.com/2010/04/victor-manuel-perez-elexpe.html
«Creo que a todos los que conocimos a Víctor, se nos apagó algo por dentro que todavía no se ha encendido, no sabría cómo expresarlo pero personalmente pienso que al menos yo, estoy en deuda con él, que algo me falta por hacer, no sé lo que es, desapareció de nuestras vidas de una manera tan rápida tan brutal, éramos tan jóvenes¡ tal vez fue porque no creímos, que aquello pudiese pasar, pero la verdad es que después de los años que han pasado sé que algo le debo y no sé lo que es.
En el contenedor donde hay un poco de todo he puesto una canción “Maravillas” si queréis saber más de ella lo ponéis en un comentario y daré más información de ella. “Maravillas florecita de catorce años” con ella quiero recordar a Víctor»
“35 años han tenido que pasar para que Víctor haya sido reconocido como víctima de la dictadura franquista.35 años, en los que la pretendida justicia dio carpetazo al asunto y todavía no ha abierto ningún juicio.” “Después de tanta miseria política durante tantos años, quiero mandar un abrazo a su familia… que no han cesado en su empeño por demostrar que Víctor Manuel Pérez Elexpe, lejos de todas las mentiras que se le atribuyeron, fue un honesto antifascista además de una excelente persona.”
“Si hay una fecha que nunca se le olvida a Jaione es la muerte de Víctor, y cómo no! hoy me lo ha recordado. Y yo tomando su testigo también quiero recordaros a vosotros y a todo aquel que le conoció que no le olvidemos, que su recuerdo siempre perdure con nosotros. Hace muchos años de aquello pero “ya lo dije en otra ocasión” este día lo recuerdo, es como si el tiempo volviese para atrás y entonces le veo a el “Víctor” y a nosotros escuchándole, cantando las canciones que nos gustaban ¡cuánto nos gustaba cantar! Cuando canta el gallo negro es que ya se acaba el día, si cantara el gallo rojo otro gallo cantaría ¿os acordáis? Bandidos en el Ferrol dispararon sus fusiles, la Refalosa, y tantas otras”
Como testimonian todos los que le conocieron, Víctor era un joven alegre y generoso, a quien encantaba cantar y tocar la guitarra, que deleitaba a todos con su hermosa voz, que despertaba simpatía por dondequiera que iba. Tenía una vida llena de proyectos de futuro, de entregada lucha por los valores solidarios y auténticamente democráticos por una sociedad mejor; una vida truncada, arrancada de dos tiros por la espalda por un cobarde guardián de las esencias franquistas, representante de lo más caduco y reaccionario de la dictadura.
Camarada y amigo Víctor, joven revolucionario, antifascista y luchador por la libertad, la democracia y el socialismo, asesinado por repartir octavillas de solidaridad con una huelga obrera. Seguiremos reivindicando tu figura como luchador por la dignidad y la libertad de los pueblos, seguiremos exigiendo Verdad Reparación Justicia, seguiremos apoyando a tu familia en su empeño de llevar ante un juez a tu asesino. ¡NO TE OLVIDAMOS, VÍCTOR!
Este documento ha sido elaborado por la ASOCIACIÓN POR LA MEMORIA HISTÓRICA DEL PTE Y DE LA JGRE: www: pte-jgre.com
Documentos Consultados:
Dossier Cronológico de los hechos:
http://victormpelexpe.blogspot.com/
La Gaceta del Norte 21 de enero 1975
Declaraciones de la familia de Víctor al diario El País: Un Poco de Justicia después de 35 años. 30 de mayo 2010
Mundo Obrero Rojo nº 32 enero 1975
El Correo del Pueblo nº 26 enero 1976
La Unión del Pueblo nº 38, 26 de enero de 1978
http://www.deia.com/2010/11/22/opinion/tribuna-abierta/no-es-el-momento