EL ASESINATO DE CARRERO BLANCO

PERFIL FRANQUISTA DE LUIS CARRERO BLANCO

Luis Carrero Blanco participa en la Guerra Civil en el bando franquista, terminando la contienda como jefe de Operaciones del Estado Mayor de la Armada.

Hombre de confianza de Franco, fue ascendiendo posiciones y fue nombrado Vicepresidente del Gobierno en 1969, cargo que ocupó hasta asumir la Presidencia en junio de 1973.

CARRERO PRESIDENTE DEL GOBIERNO

El 11 de junio de 1973, el Almirante Luis Carrero Blanco es nombrado Presidente del Gobierno. En su gobierno formaron parte, entre otros, Torcuato Fernández-Miranda y Hevia como Vicepresidente y Secretario general del Movimiento, Laureano López Rodó en Asuntos Exteriores y Carlos Arias Navarro en Gobernación.

Franco ha llegado al final de su ciclo vital y todo se ha ido preparando para que la sucesión este “atada y bien atada”. Hasta ese momento Franco ha ostentado el cargo de Jefe del Estado y Presidente del Gobierno y a partir del 11 de junio de 1973 ese cargo se desdobla y, por aplicación de la Ley Orgánica del Estado, número 1/1967, de 10 de enero, el Jefe del Estado nombra mediante Decreto a Luis Carrero Blanco Presidente del Gobierno.

SU IDEOLOGÍA

Considerado, Luis Carrero Blanco, por los historiadores como una persona de pensamiento simple, se definía a sí mismo como anticomunista, enemigo del marxismo, de la democracia, del liberalismo, enemigos de los que la patria se había librado gracias a la cruzada de Franco. Profundamente inmovilista, asumía la Presidencia del Gobierno en 1973 con Franco a punto de cumplir 81 años y como garante de la continuidad del franquismo después de la muerte del dictador.

EL ASESINATO DE CARRERO

El 20 de diciembre de 1973, a las 9:27 de la mañana, ETA, en un atentado que denominó en clave “Operación Ogro”, voló el automóvil blindado de Carrero que, pasando por encima del edificio de la Casa Profesa cayó en su patio interior. Carrero Blanco murió en el acto.

La explosión se produjo detonando las cargas colocadas, mediante un túnel, bajo la calle Claudio Coello al paso del vehículo que procedía de la cercana iglesia de San Francisco de Borja, en un recorrido que repetía cada día antes de ir a trabajar.

Se produjo un enorme socavón y ante la desaparición del coche de Carrero el vehículo escolta pensó, en un primer momento, que el Presidente se había marchado.

Los integrantes del comando de ETA se refugiaron hasta final de mes en un piso de Alcorcón, a la espera de ser trasladados con ayuda a Francia. Entre tanto, ETA organizó en Burdeos una rueda de prensa de los supuestos autores del atentado para simular que habían escapado de España.

La precisión y espectacularidad del atentado impresionaron al mundo.

Para Franco tuvo un impacto tremendo del que, según Laureano López Rodó, no se recuperaría.

En el primer comunicado del Gobierno, a las 13:00, no se reconoció que había sido un atentado y en la intervención del Ministro de Información a las 16:30 en TVE tampoco lo reconoce. Mientras todos los medios internacionales publican lo sucedido, no sería hasta las 19:00 que el gobierno, tras convencer a Franco, reconoce que se ha tratado de un atentado.

CONSECUENCIAS DEL ATENTADO

En un país dictatorial, que mantiene a toda la población bajo un control absoluto y a la oposición perseguida policialmente en un régimen de terror, el impacto en la opinión pública fue total.

ETA, que ya se había dado a conocer fundamentalmente a través del Consejo de Guerra contra sus militantes denominado Proceso de Burgos, alcanzó una gran audiencia nacional y se convirtió en uno de los protagonistas de la Transición.

En el Gobierno y tras una Presidencia interina de unos días de Torcuato Fernández-Miranda, Carlos Arias Navarro sería nombrado Presidente del Gobierno por Franco mediante el Decreto 3213/1973 de 29 de diciembre.

La especulación sobre si Carlos Arias Navarro pudo representar algún cambio de rumbo no tiene un gran recorrido. Carlos Arias, de profundas raíces y antecedentes fascistas y represores, mantuvo hasta la muerte de Franco en 1975 inalterada la hoja de ruta del franquismo. Al igual que Carlos Arias fue destituido como Presidente a los siete meses de la muerte de Franco y tras su incapacidad, con su “espíritu del 12 de febrero”, para dirigir la Reforma Política, lo mismo habría ocurrido con Carrero Blanco. Tampoco es plausible que Carrero Blanco no hubiese tenido la misma cobardía de Arias Navarro en la invasión del Sahara Español por Marruecos en 1975.

LA ESPECULACIÓN NORTEAMERICANA

Se han escrito ríos de tinta para argumentar la mano norteamericana tras el atentado.

El origen de esta especulación sería:

• El atentado fue de una gran precisión
• No se quiere reconocer la capacidad de ETA para organizarlo.

No solo fue preciso el cálculo de las cargas explosivas, también fue precisa la excavación del túnel y toda la logística en una zona con presencia policial por la cercanía a la embajada americana. E igualmente fue precisa la llegada a Madrid, su alojamiento y el escondite hasta su salida del país.

Los autores del atentado lo han explicado y negado.

Los argumentos utilizados por las personas que defienden esta conexión norteamericana se basan, además de en la precisión del atentado, en dos ideas. Por un lado, la ya mencionada cercanía de la Embajada norteamericana al lugar del atentado, ya que la iglesia a la que acudía a misa cada mañana se encuentra a una manzana de la Embajada. Y la segunda argumentación reside en la idea de que Carrero Blanco pretendía dotar a España de armas atómicas, en contra de la voluntad de EEUU y ello habría provocado la decisión norteamericana de eliminarle. Sin embargo, esta eliminación no modificó la apuesta de España por el arma nuclear que continuó con Arias Navarro y llevó a Adolfo Suárez a abrir en 1977 el Centro de Investigación Nuclear (CIN) en Soria para obtenerla, aunque finalmente no se concluyó el proyecto, transformándose las instalaciones en lo que hoy es el Centro de Desarrollo de Energías Renovables (CEDER) cercano a la población de Lubia.